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Casa Árbol de la Vida es una Asociación Civil que desde sus orígenes ha recibido a cientos de enfermos terminales que se encuentran en situación de abandono y les ha dado no solo la oportunidad de tener un lugar donde dormir, comer y ser atendidos, sino también de compartir su experiencia con otras personas para transmitir un mensaje de vida y al final, un lugar donde puedan morir dignamente. Dichas enfermedades son Cáncer, VIH/SIDA, Parálisis Cerebral, Alzheimer, Epilepsia, Esquizofrenia, Cirrosis y Retraso Mental, por mencionar algunas. Salen adelante por medio de donativos en especie, económicos y recursos forjados por ellos mismos.

lunes, 14 de junio de 2010

Para una enfermedad terminal, no hay edad


Me llamo Marlene Camacho Jiménez tengo 16 años, yo llevo dos años infectada de VIH por una violación de mi sobrino, si no me acostaba con él, me pegaba, pero después murió, cuando se murió me pidió perdón, en ese momento yo no sabía porqué y fue porque él estaba infectado de VIH. Yo estaba viviendo en Chiapas con mis hermanos, ya cuando supieron empezaron a discriminarme me apartaban los platos, los vasos y las cucharas y eso me dolió mucho, una vez se me ocurrió hacerme un tatuaje y mi hermano me pegó con una palita en las piernas, fue algo que me dolió y me quedé con cierto coraje, yo tenía 14 años cuando infectaron y yo me preguntaba ¿por qué hizo eso mi sobrino?, yo antes quería ser enfermera pero ya no pude, después fui a ver a mi madre, en esa familia que estoy yo soy adoptada y mi madre toma mucho, empecé a beber y a robarle a la gente para conseguir piedra, dormía en las calles, empecé a prostituirme y a infectar a otras personas que no tenían la culpa, después estuve anexada y quedé embarazada pero mi hijo solo vivió 5 meses de embarazo y se murió, fue cuando empecé a drogarme más y a sentirme mal, de ahí estuve en un grupo de alcohólicos anónimos, ellos me mandaron aquí a Árbol de la Vida hace un mes y aquí me han enseñado a vivir con tranquilidad, porque antes pensaba que si estaba infectada para qué dejaba de drogarme, si no tengo a mi hijo, pero ahora debo de aprovechar mis 24 segundos de vida al máximo.Me llamo Marlene Camacho Jiménez tengo 16 años, yo llevo dos años infectada de VIH por una violación de mi sobrino, si no me acostaba con él, me pegaba, pero después murió, cuando se murió me pidió perdón, en ese momento yo no sabía porqué y fue porque él estaba infectado de VIH. Yo estaba viviendo en Chiapas con mis hermanos, ya cuando supieron empezaron a discriminarme me apartaban los platos, los vasos y las cucharas y eso me dolió mucho, una vez se me ocurrió hacerme un tatuaje y mi hermano me pegó con una palita en las piernas, fue algo que me dolió y me quedé con cierto coraje, yo tenía 14 años cuando infectaron y yo me preguntaba ¿por qué hizo eso mi sobrino?, yo antes quería ser enfermera pero ya no pude, después fui a ver a mi madre, en esa familia que estoy yo soy adoptada y mi madre toma mucho, empecé a beber y a robarle a la gente para conseguir piedra, dormía en las calles, empecé a prostituirme y a infectar a otras personas que no tenían la culpa, después estuve anexada y quedé embarazada pero mi hijo solo vivió 5 meses de embarazo y se murió, fue cuando empecé a drogarme más y a sentirme mal, de ahí estuve en un grupo de alcohólicos anónimos, ellos me mandaron aquí a Árbol de la Vida hace un mes y aquí me han enseñado a vivir con tranquilidad, porque antes pensaba que si estaba infectada para qué dejaba de drogarme, si no tengo a mi hijo, pero ahora debo de aprovechar mis 24 segundos de vida al máximo.

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